Archivo diario: 23/03/2011

La Cosmogonía de Hesíodo III

Pues vamos a por la tercera entrada, en la que nos enteraremos de cómo Zeus y los demas olímpicos llegaron al poder.

Se van a suceder tres generaciones: en primer lugar Urano y Gea, y mediante el mito de la castración de Urano les sucede Cronos, junto con Rea, la segunda generación. La Violencia y el Engaño entran en el mundo y se supone que Urano lanza una maldición que se convierte en oráculo. El mito de soberanía nos va a contar las relaciones entre el orden y el poder, que para poder gobernar en el mundo divino, deben ir juntos.

La maldición de Urano era la siguiente: «no tengas hijos porque uno de ellos te destronará». Cronos intenta engañar al oráculo, y cada vez que tenía un hijo con Rea lo devoraba y se lo tragaba. Esto es un acto violento y nos dice que se trata de un dios receloso. Rea sentía un gran dolor, y cuando estaba a punto de dar a luz a Zeus, pidió a sus padres Gea y Urano que urdieran un plan para engañar a Cronos. Éste cree que puede sortear el oráculo tragándose a sus hijos, pero Rea le entrega una piedra envuelta en pañales en lugar de Zeus para que se la tragara. Entre tanto, a Zeus se lo llevan a Creta y lo esconden.

Cronos estaba destinado a ser destronado por su hijo Zeus, al llegar éste a una edad adecuada. Zeus le da una pócima a Cronos para que vomite a sus hermanos, que son Hestia, Deméter, Hera, Hades y Posidón, y de esta manera comienza el reinado de Zeus y sus hermanos: los dioses olímpicos.

Hay que darse cuenta de que el Engaño y la Astucia vuelven a aparecer en este mito de soberanía. Los conceptos de habilidad y astucia (métis: inteligencia astuta, práctica, artera, incluso miente y hace trampas, que permite que una persona inferior venza a un ser superior en fuerza) están presentes en la llegada al poder de Zeus desde que Rea le da la piedra a Cronos.

De momento, aparecen dos cualidades, la fuerza y la métis, que Zeus posee, pero aún le falta otra. Lo primero que hace cuando destrona a Cronos es liberar a los Cíclopes de sus cadenas y en agradecimiento le regalan los recursos extraordinarios (el trueno, el rayo y el relámpago). Cronos también tenía encerrados a los Hecatonquiros en las profundidades de la tierra, y Zeus, de igual forma, los libera por consejo de Gea, ya que los necesita para ganar la batalla contra Cronos.

Estas dos medidas son muy inteligentes y se forma un bando en el que militan Zeus y sus hermanos (los olímpicos), los Cíclopes y los Hecatonquiros. Comienza la llamada Titanomaquia, la lucha de los Titanes y Cronos contra el bando de Zeus que dura 10 años. Son derrotados los Titanes y se describe con todo tipo de detalles. Después son encerrados en el Tártaro.

Habiendo vencido ya Zeus, aparece un nuevo peligro: Tifón, nacido de la monstruosa Gea. En él, todas las fuerzas de la naturaleza se desatan a la vez y por tanto puede hacer que el desorden inicial vuelva. Pero Zeus, gracias a la métis y a los recursos y fuerzas extraordinarios acaba con Tifón, le derrota, pero como es inmortal no puede matarlo, de forma que le corta las cabezas y le entierra, quedando siempre alguna cabeza al descubierto que provoca los tornados, ciclones, etc. Es una amenaza para el mundo porque el desorden inicial puede regresar.

Después de la Tifonomaquia, llega el sentido de la Justicia, que consiste en agradecer a los aliados la ayuda prestada por una parte, y distribuir entre los dioses sus distintas funciones y honores por otra. Pero Zeus sigue amenazado por la maldición de Urano, y por tanto, el mito de soberanía no tiene por qué acabar aquí.

Para no ser derrotado, Zeus debe ser «todo métis», y por ello se une en matrimonio con Métis, la divinización del concepto, para que permanezca inmutable. Conciben un hijo y el oráculo le advierte, pero Zeus no hace caso y se traga a Métis embarazada para convertirse en «todo métis», ya que si la contiene nadie podrá acabar con él. Atenea nace de la cabeza de Zeus, diosa de la inteligencia y sus manifestaciones. A partir de este momento, Zeus acaba con la maldición y el mito de soberanía.

Este relato representa las principales instituciones de la sociedad de la antigua Grecia, es especial el matrimonio, en el que no es tan importante el momento de la unión sino la entrega de la dote. Esta dote o transferencia se entiende con la ingestión de Métis, un simbolisto que refleja la transferencia de los bienes de la mujer a su marido. Así ocurre también en las demás uniones de Zeus.

La segunda esposa que toma es Temis, la Justicia religiosa y tradicional, la que no está escrita pero se aplica desde siempre. Al casarse con ella, Zeus se apodera de esa justicia, y de ella nacen las Horas (representando la regularidad), la Eunomía (el buen gobierno), Irene (la paz, que protege los trabajos de los hombres), y las Moiras, que conceden a los hombres la felicidad y la adversidad.

Eurínome, la tercera esposa, le dio las tres Gracias, que representan la belleza y la sensualidad. De Mnemósine nacieron las Musas, cantoras de a soberanía divina que están al lado de Zeus y por eso lo saben todo.

 

Hasta aquí llega esta parte de la obra de Hesíodo que decidí comentar a propósito de la sección Dioses. Con ello espero haber ayudado a todo aquel que se pierde entre los lazos de parentesco divinos que la mitología griega tiene, pues son muchos y variados, y no todo el mundo conoce la historia de cómo Zeus y los suyos llegaron al Olimpo. Espero que os haya gustado esta Cosmogonía, y os anuncio próximas entradas en las que hablaré sobre la posición del hombre en el mundo, ya que aún no han aparecido los mortales en él, y sobre la pérdida del paraíso.

Pero eso es otra historia que, como digo, veremos más adelante apoyándonos primero en Hesíodo y luego en Ovidio para las llamadas Edades del hombre, y luego en Hesíodo de nuevo en primer lugar, y Platón y Esquilo después para la pérdida del paraíso.

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