Archivo mensual: abril 2011

La II República y la Filología Clásica

Hoy cuando me he levantado y me he conectado a Twitter, he empezado a ver cómo la gente hablaba de la II República, de su 80 aniversario, de que hay que ir a por la tercera… No tenía ni idea. Sin embargo, hace unas horas en Facebook leí un artículo que hablaba de la II República sí, pero porque comparte aniversario con algo muy muy muy importante para mí y de lo que tampoco tenía ni idea: también hoy hace 80 años de la creación oficial de la Filología Clásica en España. A partir de hoy el 14 de abril para mí sí tiene un significado concreto, y es celebrar que en España se empezó a estudiar la Filología Clásica y que por eso hoy yo puedo decir que soy (o próximamente seré) filóloga clásica.

Os dejo el artículo de Francisco García Jurado en el Blog Historias no Académicas de la Literatura:

II REPÚBLICA Y FILOLOGÍA CLÁSICA EN ESPAÑA

El estudio de la historia de la filología clásica nos lleva inevitablemente a la historia contemporánea. En España, la filología clásica no se crea oficialmente hasta el año 1932, coincidiendo precisamente con la II República. Esta circunstancia da lugar a una relación interesante que ha de ser valorada más allá de cualquier posible rendimiento político. Saber heredar y conservar, con las dosis de humildad que conlleva asumir lo ajeno, es tan loable como el mismo acto de crear. SUUM CUIQUE. POR FRANCISCO GARCÍA JURADO HLGE

No porque haya pasado ya un tiempo dejo de acordarme de los días «geniales» en que participé en los actos de conmemoración de los 75 años de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, lo que con tanta pasión y entrega hizo posible Santiago López Ríos. Aquello supuso una oportunidad única para poder adentrarme en el pequeño mundo de la filología clásica de la época, con algunos profesores tan notables como Agustín Millares Carlo o Pedro Urbano González de la Calle. De manera más anecdótica sé también dónde estaban los seminarios de filología latina y griega, dentro de la facultad, y en la exposición que se celebró en el Centro Cultural Conde Duque se exhibió discretamente una de las joyas bibliográficas de la época, precisamente el «Ratnavali o collar de perlas», una comedia escrita en sánscrito, que fue resultado de la colaboración entre Pedro Urbano y el benemérito catedrático Mario Daza de Campos. En 2008, asimismo, la revista Estudios Clásicos tuvo a bien publicar un trabajo mío titulado «EL NACIMIENTO DE LA FILOLOGÍA CLÁSICA EN ESPAÑA. LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DE MADRID (1932-1936)». El trabajo planteaba un asunto hasta cierto punto novedoso, pues sólo de manera muy puntual se habían hecho referencias y sobre todo autobiográficas a la filología clásica durante el período de los años 30 en España. Jaime Siles me brindó datos de gran interés, y Santiago López Ríos me hizo accesibles materiales de archivo realmente preciosos. El trabajo, sin embargo, suscitó alguna crítica por parte de alguno de mis colegas, que quiso ver en él que yo decía, más o menos, que la II República había creado la filología clásica en España. En particular, los datos fríos eran estos: por Decreto de 27 de enero de 1932 se crea la licenciatura de filología clásica (frente a la de filología moderna) y asimismo, por una Orden Ministerial del 28 de febrero de 1933 se funda la sección de Estudios Clásicos dentro del Centro de Estudios Históricos, cuyo primer resultado visible fue la revista Emerita, cuya historia reciente ha narrado, gracias a las cartas conservadas del Centro de Estudios Históricos, María José Barrios. La coincidencia en el tiempo no implica, de manera automática, una mera causalidad. La filología clásica en España es producto de un largo proceso, a menudo maltrecho, que se inicia de una manera consciente hacia los años 70 del siglo XIX, al calor de la llamada «Polémica de la ciencia en España». Ahí, de la mano de personas como Menéndez Pelayo o Soms y Castelín, se fue creando una idea de filología clásica. Por ejemplo, Menéndez Pelayo expresa en uno de los artículos dedicados a la polémica la necesidad de crear una cátedra de filología latina en Salamanca. Y se trata de «filología latina», no meramente de «latín». Con ello nos referimos al estudio científico de los textos clásicos y de su lengua. Soms y Castelín tradujo, no en vano, la por entonces novedosa gramática griega de G. Curtius, que también ha estudiado brillantemente María José Barrios en la monografía colectiva que hemos dedicado a la historiografía de la literatura grecolatina durante la Edad de Plata de la cultura española, publicada en Analecta Malacitana el año 2010). Durante la II República culminó, por tanto, un largo proceso para que cristalizara la filología clásica en España. El Centro de Estudios Históricos fue en buena manera responsable de ello, pues precisaban, ante todo, de buenos latinistas para la historia del español y para el estudio de la documentación medieval latina (así lo hemos revisado también en un trabajo que aparecerá en el homenaje a nuestra compañera Ana Aldama). La II República, que en lo cultural quiso parecerse a otra república también maltrecha, la de Weimar, favoreció estas circunstancias, como también supo heredar el proyecto de Ciudad Universitaria iniciado con la monarquía (aquel proyecto que dio lugar al mítico viaje de un grupo de expertos por los mejores centros universitarios de los Estados Unidos y Canadá). Pero saber heredar y conservar, con las dosis de humildad que conlleva asumir lo ajeno, es tan loable como el mismo acto de crear. SUUM CUIQUE. FRANCISCO GARCÍA JURADO

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«La Legión del Águila», otra de romanos

«La Legión del Águila» se estrena el viernes en los cines españoles. No sabía nada de esta nueva película de romanos hasta hoy, cuando he visto el anuncio en televisión de casualidad. He estado leyendo sobre ella y por lo visto ha obtenido diferentes valoraciones.

Aquí os dejo el artículo del ABC, que lo cuenta todo muy resumido, claro y conciso.

El misterio de la IX Legión romana

El próximo 8 de abril se estrena en los cines españoles La legión del águila, una aventura épica de época romana basada en la clásica novela ‘El águila de la Novena Legión’, de Rosemary Sutcliff, que transcurre en el peligroso mundo del siglo II en Britania. El relato de Sutcliff arranca veinte años después de la desaparición de la IX Legión tras haber sido enviada a luchar a las montañas de Escocia, traspasando la muro de Adriano, considerado en su época como límite del mundo conocido.

Es el año 140 dC., Marcus Aquila es enviado por Roma a Britania para resolver el misterio de la desaparición de la Legión que comandaba su padre y en busca del águila de oro, símbolo de la IX Legión. En su búsqueda contará con la única compañía de un esclavo britano, Escla, quien le conduce hacia las desconocidas colinas de Caledonia. Allí encontrará a la indómita tribu celta de los pictos, se reconcialiará con la memoria de su padre y recuperará el águila de la Legión.

Si alguien se decide a verla o la ve este fin de semana que me cuente qué tal está, y cuando la vea yo, podemos intercambiar opiniones.

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El Museo de Mérida estrena un nuevo mosaico con escenas báquicas

Siguiendo con Mérida, ciudad que me encanta y a la que tengo un cariño muy especial, aquí os dejo esta noticia, que publicaba ayer el diario digital Extremadura al Día, y de la que se hacía eco el blog clásico ya nombrado aquí La Túnica de Neso.

El Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) cuenta desde hoy con un nuevo mosaico, ubicado en la sala IX de la segunda planta. Se trata de un mosaico de escenas báquicas, hallado de manera fortuita en la hoy Avenida de Extremadura, frente al Parque López de Ayala, en los aledaños de una estación de servicio.

El mosaico, situado de manera vertical en una pared de esta sala del Museo, contiene escenas correspondientes al ciclo báquico. En concreto unas ménades, que son personas mitológicos asociados a Baco que danzan orgiásticamente haciendo sonar panderos y tocando el doble aulós (flauta doble), instrumentos asociados al dios del vino. Entre las figuras representadas destaca la de un sátiro, que abre el cortejo, tocando la siringa.

El conservador jefe, José Luis de la Barrera, ha explicado que esta actuación se inscribe dentro del trabajo que periódicamente realizan los conservadores, y que se diversifica en varios temas, uno de ellos, la conservación preventiva, que es “importante” para controlar cuestiones como la humedad y temperatura para que las piezas estén “estables” dentro del Museo. Por otra parte, se van recuperando piezas que están dentro del Museo, que son “importantes” dado que “ayudan a comprender lo que fue la romanización de una ciudad como Mérida”.

PROCESO DE RESTAURACIÓN

La restauradora María Jesús Castellano ha informado sobre cómo se ha llevado a cabo todo el trabajo de restauración del mosaico, que ha contado con la colaboración de Inocencio Montero y ha durado unos seis meses.

El mosaico se encontraba en el almacén, tras haber sido descubierto, y se valoró el estado de conservación de la pieza para ver si era susceptible de ser expuesto. Ya en el taller de restauración, se comenzó con una limpieza y consolidación puntual. Posteriormente, se realizó un planteamiento de los fragmentos del mosaico en el suelo y se tomaron medidas para su disposición en la pared.

Una vez colocados los fragmentos, se tomaron las juntas con teselas (al haberse arrancado por la persona) y las grandes lagunas se pusieron con morteros de cal y arena, que se hacen a bajo tono para diferenciarlo del original. El mortero, también por esta causa, se puso a nivel inferior de la tesela. Tras ello, se dio un consolidante artificial a la tesela para consolidar el color.

Cabe destacar que sólo se conserva la “mitad” del mosaico, que tiene una dimensión aproximada de 3,70 por 3,90 metros. Se supone que por encima de las escenas figuradas habría otra ‘alfombra’ o bien de cambio de felpas, como la de abajo, lo con otros motivos decorados.

MOSAICO SOBRE EL CORTEJO BÁQUICO

El mosaico no está completo, claro está. Pero los conservadores e historiadores han explicado lo que en él podría verse : El “universo orgiástico” que rodeaba a las celebraciones en las que la semidesnudez y el vino creaban una atmósfera de “desenfreno iniciático”. Además, permite completar la nómina de instrumentos musicales, documentados en piezas del museo, ya en escultura, ya en artes menores.
El director del MNAR, José María Álvarez, ha explicado que en mosaico puede verse representado el cortejo báquico, caracterizado por ser “alegre” y “orgiástico”, presidido por el dios del vino, Baco.

CONJUNTO MUSIVARIO DE MÉRIDA: DE LOS MÁS IMPORTANTES DEL PAÍS

Igualmente, ha destacado que el conjunto musivario emeritense no es “uno de los más importante del país, sino el más importante”. Así, ha recordado que la Casa del Mitreo acoge al mosaico “más importante del mundo romano”, como es el Mosaico Cosmogónico, en el que se representa la visión que del Universo tenía un romano del siglo II d.C, y con una “carga ideológica y política impresionante”.

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Programa de la 57 Edición del Festival de Mérida

Ya se puede consultar el programa de la 57 edición del Festival de Teatro Grecolatino de Mérida que se celebrará en los meses de Julio y Agosto de este año.

Tras mantener el Patronato del Festival de Teatro Clásico de Mérida una reunión esta mañana, se han aprobado las siguientes obras cuya representación tendrá lugar en el Teatro Romano:

  • Antígona de Mérida, de Miguel Murillo, el 8, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 16 y 17 de julio a las 23h.
  • El viaje de las heroidas, de Karlik Danza Teatro, el 20, 21, 22, 23 y 24 de julio a las 23h.
  • La Asamblea de las Mujeres, de Aristófanes, versión de José Ramón Fernández, del 27 al 31 de julio, y del 2 al 7 de agosto a las 23h.
  • Antígona, de Sófocles, versión de Ernesto Caballero, 11,12,13, 14, 15, 17,18,19, 20, 21, 23, 24, 25, 26, 27 y 28 de agosto a las 23h.

La información sobre las entradas también estará disponible en la página y las reservas de las mismas se podrán hacer a partir del día 5 de abril.

Habrá descuentos para jubilados y discapacitados (20%), jóvenes hasta 18 años y estudiantes menores de 25 (15%) y para grupos de más de 25 personas (10%).

¿Qué opináis del programa? ¿Os gustan las obras propuestas? Creo que este año tienen un presupuesto menor por la crisis, y seguramente eso se note. No creo que estas obras tengan una repercusión como la que tuvo la Lisístrata con Paco León el año pasado, pero habrá que esperar a verlo para opinar. ¿Os vais a animar a ir? A mí Aristófanes me llama mucho…

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El Mito de Prometeo en Hesíodo

Que el mito sirva como referencia o como moraleja es muy típico de los mayores, que siempre piensan que los más jóvenes viven en un tiempo mucho peor. Siempre tenemos nostalgia del pasado, y todos los autores míticos recogen la idea del paraíso y los orígenes de la humanidad en la que no había que trabajar, en la que vivíamos como dioses y casi en común con ellos, etc. Sin embargo, se pierde el paraíso y Zeus decide exterminar la raza humana porque ni le rinden culto como es debido ni respetan las leyes tradicionales.

Esta idea del diluvio universal se conoce desde el 3000 a. C. al menos. En el diluvio griego sólo se salvaron los dos únicos seres piadosos según Zeus: Deucalión y Pirra. Como eran sólo dos, se aburrían muchísimo y le piden a Zeus que les dé compañía. Éste acepta y les dice que cada uno coja una piedra y la tire hacia atrás: de esas piedras tiradas por Deucalión nacen los hombres, y de las tiradas por Pirra las mujeres.

El mito de Prometeo se encuentra en dos obras: en la «Teogonía» y en «Trabajos y Días», ambas de Hesíodo. Este mito ejemplifica la caída del hombre desde esa posición privilegiada con la divinidad hasta la situación actual.

De entrada encontramos una introducción, el enunciado de una situación anterior, y a continuación, a causa de los engaños de Prometeo a Zeus, hombres y dioses se separan. Prometeo está en el mito en representación de los hombres a pesar de ser hijo del titán Jápeto, y además comienza a aparecernos una y otra vez el Engaño y la Astucia. Lo primero que se hizo para engañar a Zeus fue repartir el sacrificio de un buey en dos partes: escondió la parte comestible en el vientre del buey, y por otro lado expuso los huesos cubiertos de grasa. Zeus escogió la parte más apetitosa por fuera, la de los huesos, que no tenía nada en realidad, y encoleriza. Desde ese momento se establece el sacrificio ritual para los dioses para siempre. Esto es importante porque escenifica el nuevo tipo de comunicación entre dioses y hombres, ya no pueden compartir mesa ni gozar de aquel estado de semejanza. La típica frase de ‘las apariencias engañan’ aquí aparece por primera vez y además se cumple.

Zeus reaccionó ocultando el fuego que sirve para la vida humana, el que se usa para cocinar. Pero Prometeo vuelve a engañarle robando el fuego. Por eso Hefesto, por encargo de Zeus, prepara un bello mal, una bella mujer de la que descienden todos los males; por fuera era una maravilla verla, pero de nuevo las apariencias engañan. Con este último engaño de Zeus a la humanidad se establece la institución del matrimonio que tiene por función los hijos y la perpetuidad de la especie.

Los dos engaños están descritos de la misma manera: las apariencias engañan. Esa mujer es preciosa porque los dioses la adornaron, así que había dos opciones: casarse y soportar ese mal (las mujeres) pero con la alegría de los hijos, o no casarse para alejarse de las mujeres y morir sin hijos, conservando el patrimonio intacto para los parientes. Las mujeres aparecen comparadas con las abejas, donde los machos trabajan y las hembras sólo comen. Éste, por tanto, sería el primer texto ‘machista’ o ‘misógino’ de la historia, ya que trata a las mujeres como males.

Jápeto, el titán, tuvo gemelos: Prometeo (el que piensa antes de actuar, el previsor), y Epimeteo (el que piensa después, el irreflexivo). En la mitología, cuando aparecen gemelos es por algo, ya que tienen un simbolismo especial; en este caso, aparecen para señalar que todos los hombres y todas las mujeres tienen un poco de Prometeo y un poco de Epimeteo, que varía según la ocasión y las circunstancias en las que nos encontremos.

A la mujer creada por Hefesto la llamaron Pandora (del adjetivo πᾶς πᾶσα πᾶν «todo», y de δῶρον -ου «regalo, don»). Zeus amenazó a Prometeo con enviarles un mal para todos los hombres, así que Prometeo advirtió y avisó a su hermano para que no aceptara ningún regalo de Zeus. Cuando Hermes apareció con Pandora, Epimeteo aceptó el regalo sin hacer caso de la advertencia de su hermano.

Por este motivo perdimos el paraíso, por culpa de Pandora, una mujer, aunque en realidad fue culpa de Prometeo por engañar a Zeus. Aquí aparece la jarra de Pandora, dentro de la cual estaban contenidos todos los males. Zeus avisa para que no abran la jarra, pero Pandora la abre y los males se diseminaron por el mundo. Dentro de la jarra sólo quedó la Espera o la Esperanza, pues Zeus puso la tapa en la jarra antes de que saliera.

Se acabó el paraíso, y además el mundo se ha llenado de males. Los males son mudos por voluntad de Zeus, ya que si avisaran se podrían evitar. La Espera o Esperanza (ἡ Ἐλπίς -ίδος) es la única que permanece dentro de la jarra, y es muy ambigua, porque aunque la esperanza es lo último que se pierde, puede haber buenas o malas noticias, al igual que la vida humana, que también es ambigua, ya que en ella se mezclan los bienes y los males y además no se pueden preveer porque son mudos.

Si entendemos que lo que queda en la jarra por voluntad de Zeus es la esperanza, es que la vida humana está llena de conceptos ambiguos, como casi todos los conceptos que aparecen en el mito: Pandora, las partes del buey, Prometeo y Epimeteo… Sin esperanza no podríamos afrontar la vida, aunque la esperanza sea mínima o sea buena o mala, por eso si se quedó dentro de la jarra y ya estaba dentro es porque es un mal. Hay algunos males que sí se ven, pero como se recubren bajo la apariencia de bienes no se pueden evitar, como las mujeres, que por fuera son bienes y por dentro males.

Si entendemos que lo que quedó dentro es la espera, es porque de este modo los males que se diseminaron por el mundo son inesperados, no son esperados, por eso la vida humana está bajo la ambigüedad, por eso se queda dentro como un mal, porque así los males no pueden preveerse.

Desde Prometeo y su mito no hay ser humano que no sea Prometeo y Epimeteo, es decir, que no esté bajo el signo de la ambigüedad y la duplicidad, y por supuesto no hay Prometeo sin Pandora.

De la misma forma que se marca la pérdida del paraíso, también a partir de ahora hombres y dioses conforman un mundo totalmente separado, y se nombran varias características de la nueva situación humana y para siempre se van a encontrar en ella:

  • se sacraliza el sacrificio ritual a los dioses, que aquí consiste en el sacrificio de un buey;
  • se establece como institución social el matrimonio, con una función clarísima: engendrar hijos legítimos;
  • se instituye para siempre que el espacio y el trabajo de la mujer es el interior de la casa;
  • a partir de ahora la vida humana está llena de males que a su vez están unidos a los bienes, y en ocasiones se equiparan;
  • el fuego de Hesíodo es el fuego necesario para cocinar los alimentos y darse calor, y además su robo desencadena la creación de Pandora.

Hay otras versiones del mito de Prometeo, como la que aparece en el «Protágoras» de Platón, o en el «Prometeo Encadenado» de Esquilo, pero éstas son obras que iremos analizando a lo largo de la semana.

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El Mito de las Edades

Como ya anuncié al finalizar la trilogía sobre la creación del mundo y sobre cómo los Dioses Olímpicos llegaron al poder, durante esta semana vamos a tratar sobre la posición del hombre en el mundo y la pérdida del paraíso. Esta primera entrada nos va a servir de introducción y para situar al hombre en el mundo, y para ello nos vamos a basar en Hesíodo y Ovidio. Ambos nos van a presentar la degradación constante que sufre la sociedad desde sus inicios hasta la actualidad.

 

En la mitología griega no existen mitos sobre la creación del género humano, aunque sí de la primera mujer. Se da por sentado que el hombre existía y se cuenta que el género, en sus inicios, vivía en una situación de privilegio en dónde dioses y hombres eran casi semejantes y en ocasiones compartían incluso la mesa. Esta idea se suele denominar «Edad de Oro» porque en ella los hombres viven como dioses, no tienen que trabajar porque los árboles dan sus frutos, no conocen la vejez y mueren como si estuvieran durmiendo plácidamente. Junto a esta idea aparece otra paralelamente que cuenta que a unos pocos hombres selectos, que coinciden con los héroes, los dioses les conceden ir a ese lugar de privilegio, llamada Elisio, Campos Elísios o Islas de los Bienaventurados. Esto nos lleva a la conclusión de que la concepción del paraíso como un lugar de felicidad al que irán los mortales después de morir si han tenido una vida justa, es una idea que va desarrollándose poco a poco en la filosofía platónica pero que en los mitos no aparece nunca.

Estas dos ideas aparecen por separado en el «Mito de las Edades» de Hesíodo. Este mito tiene sus más antiguos antecedentes en la mitología india y persa, en las que al menos en el 2000 a. C. se conoce el «Mito de las Cuatro Razas». Hesíodo conocía este mito y lo adapta a sus ideas hasta tal punto que él consigue que haya cinco razas. Las cuatro originales son: la Edad de Oro, la de Plata, la de Bronce y la del Hierro, es decir, utilizan los metales para explicar lo más parecido a la divinidad (la de Oro) y la sociedad en que vivimos en la actualidad (la del Hierro), por lo que se trata de una constante degradación.

Hesíodo introduce antes del Hierro la Raza de los Héroes, que no tiene nada que ver con el Hierro y ha precedido siempre al hombre como especie. Este cambio lo realiza para contarnos el por qué de la pérdida del paraíso y para darnos cuatro modelos de conducta humana con una descripción. Los modelos se van a referir, bien a la actitud con los dioses, bien a la conducta de los hombres entre ellos.

Mito de las Edades de Hesíodo

Al comienzo de este mito se da a entender que los hombres existieron a la vez que los dioses. El paraíso tiene tres características:

  • en él, el hombre no tiene que trabajar;
  • en él, desaparece la vejez;
  • en él, la muerte es inevitable pero se vive de una forma relajada y tranquila.

El paraíso también se puede caracterizar por la estrecha y buena relación con los dioses. La raza que gozaría de estos privilegios es la de Oro, una raza que ofrece sacrificios y rinde culto a los dioses y por tanto goza de su favor.

A continuación viene la Edad de Plata, que se opone a la de Oro en la relación con la divinidad. Están descritos como ignorantes porque no ofrecían sacrificios ni rendían culto como mandaba la tradición, y por ello Zeus los expulsa de la Tierra.

Después, Zeus crea la tercera raza, la de Bronce, que no se asemeja en nada a la de Plata. Estos hombres son guerreros única y exclusivamente; en la guerra actúan con violencia implacable y se matan unos a otros porque lo único que les interesa es la guerra.

La Tierra sepultó también esta estirpe, y Zeus creó la raza de los Héroes. Éstos se pueden dividir en dos tipos: los que su destino es la muerte en la guerra y la gloria eterna, y los que tienen por destino la residencia fija en las islas de los Afortunados con una vida feliz semejante a la del paraíso. A pesar de ellos, todos tienen la característica de ser guerreros pero por una casusa justificada (las guerras míticas). Emplean la violencia para justificar su causa porque la guerra siempre ha formado parte de las ciudades antiguas.

Hasta aquí, Hesíodo ha explicado las tres razas tomadas de la mitología india y la persa y ha añadido la de los Héroes. Se trata de un ‘quiasmo’: hay dos razas positivas (la de Oro y la de los Héroes) y dos negativas (la de Plata y la de Bronce), ilustrando las primeras la conducta humana en relación a los dioses, y las segundas la actitud en la guerra. En el mismo plano tenemos la oposición entre la Edad de Oro y la de Plata, dos conductas contrarias en relación a los dioses; y en el mismo plano también pero más bajo la oposición entre la raza de Bronce y la de los Héroes, dos actitudes contrarias en la guerra.

Por último encontramos la Edad de Hierro, que dividimos en dos etapas:

  • La humanidad y la sociedad en la que vive Hesíodo y en la que vivimos todos, es decir, el presente, donde hay trabajos, miserias, inquietudes, preocupaciones, etc., pero que también se mezcla con la alegría.
  • La futura sociedad imaginada de una forma muy pesimista: adulterios, las leyes de la hospitalidad que antes eran sagradas ya no se respetan, saqueo de ciudades, violencia, desprecio por los ancianos, etc., es decir, Aidos (la vergüenza, la modestia, la humildad) y Némesis (la venganza) abandonarán la humanidad para irse al mundo de los dioses y el mal ya no tendrá remedio, la sociedad estará perdida para siempre.

Estas dos etapas se compensan entre sí, ya que el remedio para la segunda sería respetar lo establecido. Esta Edad de Hierro no entra en oposición con ninguna de las anteriores porque es una edad aparte.

Mito de las Edades de Ovidio

Para Ovidio sólo hay cuatro edades. Describre la de Oro de la misma manera que Hesíodo y añade que la humanidad tiene un comportamiento tan perfecto que no necesita palabras de autoridad ni leyes. Ésta es una descripción del paraíso perfecta en comparación con la de Hesíodo.

En la de Plata se crean las estaciones y no es una etapa tan buena como la anterior, pero tampoco la peor de todas, en la que además por primera vez hay que arar y trabajar la tierra.

La Edad de Bronce Ovidio la suprime diciendo que es muy cruel y que tiende a las armas.

La Edad del Hierro se caracteriza por la pasión de poseer, el ansia de tener cosas, en la que aparecen toda clase de perversidades y huyen la honradez, la verdad, la buena fe, etc. Por primera vez la tierra se explota en su totalidad, es decir, se extraen los minerales, y describe igual que Hesíodo que las leyes tradicionales de hospitalidad y respeto ya no se tienen en cuenta para nada.

Ovidio se limita a hacer una comparación de la sociedad actual con la que vivió en la Edad de Oro, no hay modelos de conducta y además al suprimir la Edad de los Héroes vuelve al cuento mitológico oriental original. Simplemente nos explica la degradación de la humanidad desde sus inicios dorados hasta el presente del Hierro. Es una descripción utópica de lo que una vez fuimos, y la moraleja es que cualquier tiempo pasado fue mejor. Quizá esta obra represente la nostalgia por el pasado.

 

Hasta aquí la pérdida de ese paraíso inicial y las etapas por las que la humanidad ha ido pasando a lo largo del tiempo. Sin embargo, de momento nada se nos dice acerca del por qué la Edad de Oro deja de existir y se van sucediendo las distintas edades posteriores… Eso lo contaremos en las siguientes entradas, que tratarán sobre el mito de Prometeo y las distintas versiones que hay sobre él.

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Κωνσταντίνος Καβάφης

Hoy he descubierto a este gran poeta. Ya había oído hablar de él, por supuesto, es impensable no haber escuchado ni tan siquiera su nombre en un departamento de Filología Clásica como el mío. Y a pesar de haber sentido siempre curiosidad, no he encontrado el momento para coger sus poemas y leerlos. Ha llegado ese momento, porque una vez que lo pruebas, ya no puedes dejarlo pasar más.

¿El motivo? Esta canción, Ítaca, basada en su poema, y mi gran afición al griego moderno, lengua que intento aprender.

ΙΘΑΚΗ

Σαν βγεις στο πηγαιμό για την Ιθάκη,
να εύχεσαι να ‘ναι μακρύς ο δρόμος,
γεμάτος περιπέτειες, γεμάτος γνώσεις.
Τους Λαιστρυγόνας και τους Κύκλωπας,
τον θυμωμένο Ποσειδώνα μη φοβάσαι,
τέτοια στον δρόμο σου ποτέ σου δε θα βρεις,
αν μεν η σκέψης σου υψηλή, αν εκλεκτή
συγκίνησης το πνεύμα και το σώμα σου αγγίζει.
Τους Λαιστρυγόνας και τους Κύκλωπας,
τον άγριο Ποσειδώνα δεν θα συναντήσεις,
αν δεν τους κουβαλείς μες στην ψυχή σου,
αν η ψυχή σου δεν τους στήνει εμπρός σου.

Να εύχεσαι να ‘ναι μακρύς ο δρόμος.
Πολλά τα καλοκαιρινά πρωινά να είναι
που με τι ευχαρίστηση, με τι χαρά
θα μπαίνεις σε λιμένας πρωτοειδωμένους
να σταματήσεις σ’ εμπορεια Φοινικικά,
και τες καλές πραγματείες ν’ αποκτήσεις,
σεντέφια και κοράλλια, κεχριμπάρια κι έβενους,
και ηδονικά μυρωδικά κάθε λογής,
όσο μπορείς πιο άφθονα ηδονικά μυρωδικά,
σε πόλεις Αιγυπτιακές πολλές να πας,
να μάθεις και να μάθεις απ’ τους σπουδασμένους.

Πάντα στο νου σου να ‘χεις την Ιθάκη.
Το φθάσιμον εκεί ειν’ο προορισμός σου.
Αλλά μη βιάζεις το ταξίδι διόλου.
Καλύτερα χρόνια πολλά να διαρκέσει.
και γέρος πια ν’ αράξεις στο νησί,
πλούσιος με όσα κέρδισες στο δρόμο,
μη προσδοκώντας πλούτη να σε δώσει η Ιθάκη.

Η Ιθάκη σ’ έδωσε τ’ ωραίο ταξίδι.
χωρίς αυτήν δε θα ‘βγαινες στο δρόμο.
αλλά δεν έχει να σε δώσει πια.
Κι αν πτωχική την βρεις, η Ιθάκη δε σε γέλασε.
έτσι σοφός που έγινες, με τόση πείρα,
ήδη θα το κατάλαβες οι Ιθάκες τι σημαίνουν.

 

ITACA

Cuando emprendas el regreso a Itaca,
ruega que el camino sea largo,
lleno de aventuras, de conocimiento.
A los Lestrigones y los Cíclopes,
al irritado Poseidón, no les temas;
no hallarás tales cosas en tu camino
si tu pensamiento es elevado, si una sublime
emoción embarga tu espíritu y tu cuerpo.
A los Lestrigones y los Cíclopes,
al feroz Poseidón, no los encontrarás
si no los llevas en tu alma,
si tu alma no los pone ante ti.

Ruega que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que lleno de placer y alegría
entres a puertos vistos por primera vez;
detente en los mercados fenicios
y adquiere hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano,
y toda clase de perfumes voluptuosos,
todos los perfumes voluptuosos que puedas;
visita muchas ciudades egipcias
para aprender más y más de los sabios.

Ten siempre en tu mente a Itaca.
Tu meta es llegar allí.
Pero no apresures de ninguna manera el viaje.
Mejor que dure muchos años,
y viejo ya ancles en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que Itaca te dé riquezas.

Itaca te dio el hermoso viaje.
Sin ella no hubieras salido al camino.
Pero ya no tiene nada para darte.
Y si la encuentras pobre, Itaca no te ha engañado.
Tan sabio como has llegado a ser, con tanta experiencia,
ya habrás comprendido qué significan las Itacas.

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